¿Tu bebé rechaza la cuna de repente? ¿Cuál es la causa? ¿Qué es el Síndrome de la cuna con pinchos ? 
→ Síndrome de la cuna con pinchos :

No hay motivos para alarmarse. El Síndrome de la cuna con pinchos no es ningún extraño trastorno, ni nada grave. Se trata, simplemente, de una reacción natural y bastante común, en algunos bebés. 

Llega la hora de dormir. Nuestro bebé acaba de comer, y se encuentra acurrucado en los brazos de mamá. Cierra los ojitos y, poco a poco, se queda dormido plácidamente.

 

Síndrome de la cuna con pinchos
Al cabo de un rato, mamá, muy sigilosa, deja a su bebé en la cuna, con extremo cuidado, para que no se despierte. Y de repente, el pequeño se pone a gritar y a llorar, como si hubiera pasado por allí el mismo demonio. Al repetir esta misma operación varias veces, el bebé siempre reacciona igual.

Cada vez que le dejamos en su cuna, se despierta, llora y reclama atención.
→ ¿Qué le ocurre?

No le sucede nada malo. Sólo que, mientras duerme, quiere estar a nuestro lado para sentirse protegido. 

El  Síndrome de la cuna con pinchos se denomina así porque cada vez que ponemos al bebé en su cuna, éste se queja, llora y se revuelve, como si realmente allí hubiera algo que le molestara.

 

A cualquier madre o padre, en alguna ocasión, se le puede despertar el bebe al ponerlo en la cuna. Pero, a lo que nos referimos aquí es, a que la situación ya se vuelva exagerada. Y es que el Síndrome de la cuna con pinchos, puede llegar a ser desesperante, después de un montón de intentos fallidos de dejar al pequeño en la cuna, sin resultado.
→ ¿Cuál es la solución al problema?

Pues, parece que con cada bebé, funciona una cosa diferente.

A mi hijo Yago, le ocurrió esto de un día para otro, con dos meses. Y después de probar mil métodos que recomendaban en Internet, y en
algunos libros especializados en sueño infantil, a nosotros sólo nos funcionó una cosa: ponerle un reductor dentro de la cuna, con un rollito alrededor.

En nuestro caso, compramos el reductor Sleepyhead. Nos costó unos 100 euros. Pero, lo hemos amortizado con creces. Con 18 meses, mi hijo, a veces, lo sigue utilizando. Aunque lo dejamos abierto, como aparece en la foto, porque sino, de largo, ya no le daría.
De hecho, cuando no se lo ponemos, se despierta con más frecuencia. Aunque, he de reconocer que casi siempre hacemos colecho. Yago suele dormir en la cuna, que está pegada a nuestra cama, la primera parte de la noche. Nosotros aprovechamos para cenar y hacer cosas pendientes. Y ya, cuando nos vamos a acostar, el  peque se suele despertar y duerme en la cama con nosotros, porque ya no quiere la cuna.
Síndrome de la cuna con pinchos
 
Este reductor, Sleepyhead, nos ha resultado siempre muy útil. Sobretodo, para esas horas en las que Yago duerme en su cuna.
Consta de cuatro partes: una base de cartón, un pequeño colchón, un rollito y la funda. Ésta última, integra todo lo demás, convirtiéndolo en una sola pieza. Así, no hay problema de que el bebé, al moverse, se lo pueda echar por encima.
En las plantas de neonatos, de algunos hospitales, también hacen algo similar. Enrollan una toalla o una sábana hasta convertirlo en un rollito y hace el mismo efecto. Al notar el contacto, los bebes se sienten más protegidos y funciona. Parece ser, que también les recuerda al momento en el que estaban dentro del útero materno.
El único inconveniente que yo le veo a enrollar una toalla o manta, es que nuestro hijo la puede desenrollar y echársela por encima. Sobre todo, si es un bebe inquieto como el mío. Por eso, a mí me gusta más el reductor. Porque es todo de una pieza.
Si estás pasando por este “problemilla”, y el reductor no te funciona con tu bebé, también puedes probar con otras alternativas, que pueden ser útiles en este caso, o al menos, hacerte más llevadera la situación.
→ Otras alternativas:
  • Practicar colecho:

Dormir junto a tu bebé, en la misma cama o en una cuna pegada a ésta, hace que se sienta protegido. Sin embargo, debes realizarlo correctamente. Aquí te dejo un enlace muy completo de Bebés y más”, para que puedas practicar colecho sin riesgos.  Nosotros lo hacemos, casi todos los días, desde que nació Yago. En breve, te contaré nuestras aventuras nocturnas, porque dan para escribir un libro.

 

  • Incluir una prenda de la madre dentro de la cuna:

A muchos bebes les ayuda a dormir, porque sienten el olor de mamá cerca. Nosotros probamos esto con Yago y, al principio, nos ayudó. Pero, luego dejó de funcionar, de un día para otro. En cuanto se despertaba, se daba cuenta de que mamá no estaba, y se ponía a llorar.

Yo no utilizaba una prenda mía, sino una sábana de Yago, que era la misma sobre la que me recostaba para darle el pecho. Algún día os hablaré de lo desastrosa que fue mi lactancia. Pero, os adelanto, que sólo podía amamantar a Yago tumbada.

Con respecto a la sábana de la que os hablaba, ésta tenía mi olor y el de Yago, y era la que le ponía en la cuna.

 

  • Escoger un muñeco que les guste, y con el que puedan dormir: 

Mi bebé duerme con un perrito, al que tiene mucho apego. Se lo lleva a todas partes. De hecho, tenemos dos iguales para poderlo lavar de vez en cuando, porque no se desprende de él. En mi opinión, el trapito, la mantita o el muñeco de apego son una buena opción, en éstos casos.

Síndrome de la cuna con pinchos
  • Mejorar el ambiente de la habitación:

Es recomendable ventilar el cuarto del bebé unos cinco minutos antes de que se vaya a dormir. Yo lo hago cada noche y antes de la siesta.

También, es importante que la temperatura no sea ni demasiado alta, ni muy baja. Unos veinte grados es lo más conveniente. 

En mi caso, dormimos con la calefacción al mínimo, en invierno. Y en verano, solemos poner el aire acondicionado un rato antes de acostarnos, para que no se concentre demasiado calor en el dormitorio.

 

  • Decoración proclive al sueño:

Los tonos pastel para el cuarto donde duerme el bebé son, en mi opinión, los más recomendables. Además, una decoración agradable es fundamental, para construir un lugar relajante y acogedor. Imagínate una habitación con rayas rojas y negras para un bebé. Se estimularía tanto, que sería imposible que conciliara el sueño.

Síndrome de la cuna con pinchos
  • Música relajante :
Hay música específica, que podemos emplear para ayudar a los bebés a dormir. Lo ideal son canciones instrumentales y pausadas, o nanas. Algunos temas de música clásica también son una buena opción, siempre que ésta sea tranquila.
  • Sonido ambiente: 

Algunos bebés se duermen con el sonido de un secador, de una aspiradora, o de las olas del mar, entre otros. Es un truco para evitar que se despierten. El sonido ambiente en su habitación, aísla a nuestros hijos de otro tipo de ruidos, que les pueden despertar.

Yago tiene un juguete con sonido ambiente, música relajante, y luz antimiedo. Ya os he hablado de ello en el post “Qué hacer si tu bebé se despierta con facilidad”. Si no lo has hecho ya, te recomiendo que lo leas, porque ampliamos este punto y el anterior, y te contamos nuestra experiencia, que tal vez, te resulte útil. Espero que te haya gustado nuestra publicación de hoy. Te invito a visitar nuestra sección de maternidad creativa.

¡Gracias por estar ahí!

¡Besos creativos! 

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