Hoy quiero hablaros de cómo ha sido mi maternidad, sin mi madre. Es un capítulo que llevaba tiempo queriendo compartir, porque, aunque cueste creerlo, hay muchas mujeres que han pasado por lo mismo. Y a veces, escuchar un testimonio similar al tuyo, te hace sentirte menos sola.
Desde que nació mi hijo Yago, el 1 de junio de 2014, desde el mismo momento en que vi su carita por primera vez, toqué sus manitas, sentí su piel sobre la mía, le amamanté, le acurruqué en mis brazos y le besé, fui verdaderamente consciente de lo importante que es una madre.
La pena es que la mía, aquel día, ya no estaba entre nosotros. Así que, no pude compartir con ella todas aquellas sensaciones, todos aquellos sentimientos, mis mayores temores, mis mejores alegrías. No pude mostrarle aquel pedacito de mí, que había llegado a mi mundo para hacerlo mucho más especial. ¡Qué injusta es la vida a veces! ¿Verdad?
Ese día, mi alegría no era completa. Era una felicidad descafeinada, desteñida, dividida en dos. Un querer y no poder. Una mirada al pasado y al presente. El ir y venir de una ansiedad galopante, a veces, discreta; otras, desgarradora. ¡Qué paradoja!
Por un lado, mi bebé, tan deseado, con lo que se había hecho de rogar, estaba ya junto a mí. Un sueño hecho realidad. Algo que en su día, casi di por perdido, por todas las piedras del camino que tuve que apartar, y por todos los obstáculos que tuve que superar. Lo importante era que Yago por fin estaba conmigo, sano y salvo. Precioso. Lo más bonito que me había ocurrido en la vida.
Por otro lado, mi madre no estaba ya entre nosotros. Un cáncer me la arrebató, con 57 años, en 2012. Y aunque no hay un sólo instante en el que no me acuerde de ella, el día del nacimiento de mi hijo, la necesitaba conmigo. Por eso, tenía una felicidad a medias, entrecortada. No podía disfrutar de aquel momento plenamente.
Después, fueron pasando los días, las semanas, los meses, y todas las dudas e inseguridades de madre primeriza no podía compartirlas con ella. Es cierto, que mi marido, mi familia y la gente de mi alrededor siempre ha estado ahí. Nunca he estado sola. Pero, creo que me entenderéis si os digo que “una madre es una madre”.
¿Por qué no podía ser? ¿Por qué no podía compartir la parte más bonita de mi vida, con mi madre? ¿Por qué me sucedía aquello a mi? Habría pagado lo que fuera, si aquel día lo hubiéramos vivido juntas.
Con el tiempo, empecé a comprender muchas cosas que antes no entendía de mi madre. Muchos comportamientos, que en su día me parecían exagerados y sobreprotectores, ahora cobraban sentido, de repente. ¡Cuánta razón tienen las madres a veces!
Ahora que yo soy madre, he comprendido tantas cosas, que daría lo que fuera por tener una última conversación con ella. Si tuviera esa oportunidad le diría:“Mamá, gracias por traerme al mundo. Ahora, ya sé lo que es tener un hijo. Gracias por haberme dado un hogar, una educación y unos valores. Yo trataré de hacer lo mismo con mi pequeño. Ahora entiendo todas tus preocupaciones y tus miedos como madre. Los he vivido, cada día, desde que nació mi bebé. Hoy, mañana y siempre estarás en mi corazón. Te quiero. Mi hijo no te conocerá nunca, pero siempre sabrá que tuvo una abuela fuerte y luchadora”.
Quiero dedicarle este testimonio a todas las madres, abuelas y bisabuelas. Y en especial, a aquellas que han vivido una maternidad, sin poder tener al lado a sus madres.
Y hasta aquí la publicación de hoy, que sale de lo más profundo de mi alma.
Te invito a que conozcas un poco mejor mi
blog.
¡Gracias por estar ahí!
¡Besos creativos!
También puede interesarte...
Te entiendo perfectamente, mi madre murió en el año 99 con 55 años, y desde que me quedé embarazada por primera vez la recuerdo mucho más y la echo mucho de menos.
Lo siento mucho. Hemos tenido una experiencia muy similar entonces. A mi me ha pasado lo mismo. Desde que me quedé embarazada hasta después de tener a mi hijo el recuerdo de ella ha sido mucho mayor. Bueno, que sepas que no estas sola. Somos muchas las que hemos pasado por esto. Un abrazo y mucho ánimo.
ay qué llorera!, me quedé embarazada dos meses después de fallecer mi madre, todavía es todo muy reciente y sólo me consuela poder decir que después de algo malo viene albo bueno, pero ojalá lo malo nunca hubiera venido, y todavía tengo que parir, y aceptar que mi madre se fue sin conocer nietos!, está siendo muy duro.
Lo siento muchísimo, Diana. Me imagino por lo que habrás pasado. Un abrazo enorme y mucho ánimo.
Mil gracias por los ánimos, sólo queda ser fuertes, verdad?. Besos!
Somos más fuertes de lo que creemos. Un abrazo fuerte
Acabo de llegar a esta entrada tuya… Estoy llorando y te entiendo perfectamente. Algo falta todos los días de tu vida pero en estos acontecimientos se notan más las ausencias. Y desde luego ¡una madre es una madre! En mi caso el que falleció fue mi padre cuando tenía 13 años… Sí que es injusta la vida, sí… Un besazo
Te acabo de leer. Tengo un nudo en la garanta… Lo siento muchísimo, cielo. Tuvo que ser muy muy duro. Con 13 años eras una niña.
Si, la vida a veces es muy injusta. Una madre y un padre se necesitan a diario. Cuando te faltan, una parte de ti se va con ellos. Y ya no vuelves a ser la que eras.
Un beso muy fuerte.
Qué bonito homenaje, Marta, y vaya llorera me he dado leyendo tu post. Hay pérdidas tan dolorosas, como la tuya, que creo que no te recuperas nunca. Besos.
Muchísimas gracias cielo. Es tal cual. Hay pérdidas de las que jamás te recuperas. Pasa el tiempo, y todo vuelve a la "normalidad". Pero es una vida distinta. Ya nada es igual. Tu no eres la misma, porque una parte de ti se ha ido con ella para siempre. Un beso enorme.
Ay Marta me has dejado sin palabras y no Es nada habitual para mi . Te entiendo perfectamente y es muy normal que la necesites tanto y más con tu bebé recién nacido que es lo más bonito de tu vida y lógicamente lo quieres compartir con ella. Afortunadamente tengo a mi madre a mi lado y es un gran apoyo para mí , estoy enferma y cuando me dan mis brotes la necesito más que a nadie en este mundo y si tiro hacia adelante es por ella y por mi marido . La gran pena para mí es no poder hacerle abuela aunque me dice que con verme bien es el mejor regalo . La vida es muy injusta , lo siento un montón pero agárrate a las cosas buenas y háblale mucho a Yago de su abuela .
Muchos besotes
Muchísimas gracias Aida, guapa. Gracias por tus palabras. Me imagino que tu día a día tampoco es fácil. Pero, me alegro de que tengas dos apoyos tan fuertes y tan importantes. Eso es fundamental.El día de mañana, hablaré mucho a Yago de su abuela.Porque aunque no la haya podido conocer, quiero que la tenga presente. Un beso enorme.
Me has emocionado un montón Marta, yo no soy madre, pero como te has expresado es imposible no sentir esa angustia que tu sientes. un beso muy grande y que este día pase recordando todas las memorias bonitas que tu madre te ha dejado y las puedas compartir con tu peque.
Muchas gracias por tus palabras, guapa. Eres un cielo. Y claro que sí. Yo siempre intento recordarla con una sonrisa. Es difícil. Pero, siempre lo intento.Un beso.
Te mando un gran abrazo! Es un emotivo homenaje que le haz hecho y un lindo mensaje que le haz dejado
Muchísimas gracias, cielo. Un beso enorme
Ay cómo te entiendo! En mi caso el cáncer se llevó a mi padre un 25 de diciembre del 2009 con 61 años. No ha conocido a mis hijos y a mi marido lo conoció por poco. Cada día que pasa pienso en él y en lo injusto que es todo esto. Muchos besos guapa.
Lo siento muchísimo, de corazón, cielo. Mi madre también falleció por lo mismo. Es super injusto. La vida a veces es muy dura. Muchas gracias por tus palabras. Un beso enorme.
Ay, guapa, no me puedo ni imaginar cuánto la echarás de menos. Pero qué bonitas palabras! Tú peque podrá conocer a su abuela a través d ti, seguro. Un abrazo grande!!!
Martaaaa tu post me ha emocionadoo!!! Yu mami seguro q este donde este te protege muchooo a ti y a tu pequeño!!! Yo viví algo similar con mi suegra y no puedo ni imaginarme lo duro q es con una madre!!! Te mando achuchoneees😘
Madre mía. No sabía que había tanta gente que había pasado por esto como yo.
Mi madre murió cuando yo tenía 6 años así que esa figura maternal ha faltado en muchos momentos importantes pero éste, sin duda, para mí era el más importante. Mi miedo no era sólo no tenerla a mi lado si no no saber hacer bien la labor de madre. …pero todo fue instintivo y con mucho amor todo se supera. Y os voy a decir algo. Mi grandullona según va creciendo se va pareciendo más a las fotos que tengo de ella y siento, y creo que el resto de la familia también, que con mi peque hemos recuperado una parte de ella.
Ahora soy bimadre y, ya no sólo hecho de menos consejo, si no que pienso todos los días lo que disfrutaría con dos nietas preciosas.
Entiendo perfecto, quede embarazada tres meses después de su partida, y el embarazo fue un embarazo triste y lleno de contrastes, como una lucha entre la vida y la muerte, ahora que mi bebe está en mis brazos tengo tantas dudas y me hace tanta falta, te amo mamá
Me he emocionado al leer tu post, cuantos sentimientos encontrados, cuantas conversaciones pendientes, cuantas preguntas sin contestar, cuantos abrazos y besos perdidos! Ahora lo entendemos todo, sin duda que razón tenían nuestras Madres! Un besote de Una Mami Real
Me he emocionado al leer tu post, cuantos sentimientos encontrados, cuantas conversaciones pendientes, cuantas preguntas sin contestar, cuantos abrazos y besos perdidos! Ahora lo entendemos todo, sin duda que razón tenían nuestras Madres! Un besote de Una Mami Real