La arena mágica casera es una de estas manualidades para niños que se pueden elaborar a lo largo de todo el año. Sin embargo, a mí me transporta mentalmente al verano, porque me recuerda mucho a la arena de playa mojada. En cuanto la tengas entre tus manos, sabrás de lo que te hablo. La textura es muy similar, y nos permite hacer formas consistentes, pero que a la vez se pueden romper tan sólo con un dedo.
2.¿Cómo sabremos cuándo está lista? Pues, una vez que nos de la sensación de que tenemos arena de playa húmeda en las manos significa que nuestra mezcla ha llegado a su momento óptimo. Ya está lista. En definitiva, debemos observar que al manipularla se forma una masa compacta. Pero, que se deshace con facilidad al tocarla un poco con los dedos.
¿Cómo lo he hecho yo? He cogido la arena y la he repartido en tres platos de plástico de usar y tirar. Después, me he puesto los guantes de látex o vinilo (un par por cada color) y he mezclado la arena con el colorante alimentario. Los guantes son necesarios al principio, para no mancharnos las manos. Pero, cuando ya está bien integrada la mezcla, no mancha. En mi caso, he teñido la arena de azul, de verde y de rosa.
¿Qué pueden hacer los niños con la arena mágica casera? Pues, manipularla y disfrutar su textura. También, pueden emplear moldes y hacer figuras con ella. En este último caso, se pueden utilizar los que suelen venir con el cubo y la pala, o los que empleamos para hacer galletas. Del mismo modo que hacemos en la playa, introducimos la arena en el molde y al darlo la vuelta conseguimos formas divertidas. También, podemos hacer figuras sin moldes dejando que los peques den rienda suelta a su imaginación y creatividad.
Otra actividad que podemos realizar con los niños utilizando la arena mágica es escribir sobre ella letras y números, o hacer trazos. Incluso, podemos, dibujarlos previamente en un papel, para que los niños, por imitación, aprendan a hacerlo sobre la arena.
Y es que, no es lo mismo aprender letras, trazos, números o cualquier otra cosa utilizando un recurso didáctico como la arena mágica casera, que repetir y copiar sin más en un papel. Es mucho más divertida la arena. Y se trata de que los peques aprendan jugando.
La arena mágica es una manualidad sensorial, que estimula el sistema nervioso de los niños, las funciones cognitivas e implica el desarrollo de nuevos aprendizajes.
Yo soy partidaria de las pedagogías activas, donde el niño es un sujeto activo en su aprendizaje y el protagonista del mismo. Y además, si lo complementamos con recursos y manualidades sensoriales, despertaremos en los peques una curiosidad y una motivación por aprender, que seguramente, les acompañe el resto de su vida.Por último, te recomiendo que cambies la arena mágica casera cada poco tiempo. Y en verano, es mejor que la tengas en un lugar fresco. Mi consejo es que la hagas casera, porque aunque tengas que elaborarla cada cierto tiempo, sale muy económica y no es nada tóxica. Todos los productos utilizados en la elaboración son naturales. Así que, si el niño en un momento dado se la lleva a la boca, no hay problema en este sentido.Si optas por comprarla, busca una marca que sea económica, ya que es un recurso un poco caro, y que no sea tóxica. He encontrado una opción en Amazon que cumple todos los requisitos. Incluye la arena mágica, los moldes, tiene un precio bastante ajustado y no es tóxica. Puedes acceder desde el enlace anterior, aunque como verás tienes más opciones.
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¡Gracias por estar ahí!
¡Saludos!
Que buena receta, la arena magica es muy divertida y le encanta a los peques de todas las edades!
Bs
Siii, les encanta a todos. Es una manualidad super fácil de hacer y que da muchas posibilidades. Muchísimas gracias, cielo. 😘