El codigo secreto de los niños

Todos hemos sido niños en algún momento de nuestra vida. 


¡Quién pudiera dar marcha atrás en el tiempo! ¿Verdad? 

A mi me encantaría volver a disfrutar de la infancia, con esa inocencia y, a la vez, con esa picardía, que me caracterizaba. Un tiempo y un lugar, ajenos a las preocupaciones y obligaciones del mundo adulto.

De pequeña, tenía un código secreto. Bueno, tenía varios. Los utilizaba con mi prima para jugar y divertirnos, en nuestro pequeño mundo de niñas. Y éramos tan felices
Pasábamos gran parte de las vacaciones juntas, en el pueblo, en casa de mis abuelos. Dormíamos en habitaciones separadas por una pared tan fina, que nos permitía comunicarnos mediante “golpecitos”


Fue entonces, cuando elaboramos nuestro primer código secreto. Es más, apuntamos cada una en un trozo de papel, lo que significaba un toque, dos, tres, cuatro….,y así sucesivamente, hasta cansarnos. Era nuestro código secreto. Un lenguaje especial que habíamos creado, y que sólo nosotras conocíamos. Y nos permitía comunicarnos de una habitación a otra, a través de la pared.

Durante la siesta, en la que nunca me dormía, entornaba la puerta para dejar pasar un pequeño halo de luz. Lo justo para ver el código y estar una hora mandándome mensajes con mi prima. Yo era malísima para dormir, y ésta era la excusa perfecta. El problema es que tampoco la dejaba dormir a ella…¡Ja,ja,ja,ja!

Me encantaría conservar ese papel con nuestro código secreto. Nos dio muy buenos momentos. Tendría un gran valor para mi, si lo hubiese conservado.

Al cabo de un tiempo, creamos otro código secreto. Pero éste, lo utilizábamos en presencia de los adultos. Y la verdad, es que crispaba un poco el ambiente. ¿Sabes en que consistía? Pues, nos dedicábamos a mantener conversaciones, introduciendo el fonema “pi” entre medias de las sílabas de cada palabra. Y el resultado es que este código ponía de los nervios a los mayores, porque acababan con la cabeza como un bombo, además de no entender nada. Sin embargo, nosotras nos moríamos de la risa.

¡Me encantan estos juegos infantiles

Y es que…

El codigo secreto de los niños

¿A que si? ¿Me cuentas cuál era tu código secreto, en la infancia? ¿Y tus hijos? ¿Tienen ya su propio código secreto? El mío aun es muy pequeño, pero estoy segura de que lo tendrá.

Antes de finalizar el post, Andrea, nuestra protagonista de “El Miedo Temeroso”, se ha escapado un momento del cuento, para dejarte un mensaje en clave.



¿Te animas a resolver el misterio?
El codigo secreto de los niños
Espero que te haya gustado nuestro post de hoy. 

¡Hasta pronto!

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