¡Hola, creativ@s!
Hoy, quiero hablaros de las muselinas y de los múltiples usos que les podemos dar con nuestros bebés.
Y es que, dentro de unos días, empieza la primavera, y, tras ella, el verano. Sin duda, las dos mejores estaciones del año para utilizar muselinas con nuestros bebes. Ya que son mantitas ligeras, confeccionadas con tejidos transpirables, y fáciles de llevar a cualquier lugar, porque ocupan muy poco espacio.
Cuando nació mi hijo Yago, a principios de junio, aún recuerdo que ya salió por la puerta del hospital, arropado con una preciosa muselina, de color azul celeste. Esta prenda nos acompañó durante muchos meses. Así que, os puedo asegurar que las muselinas también son para el verano. Nosotros les dimos muchísimo uso, durante el periodo estival.
En mi caso, las muselinas han sido imprescindibles, durante el inicio de la maternidad. Siempre las llevaba en el bolso. Me servían para todo. Por eso, hace unos meses, le regalé a una amiga, que acababa de ser madre, un par de muselinas y ropa de bebé de la tienda www.bambooropainfantil.com. Me encantan las prendas que tienen, los tejidos y los diseños. Así que, si estáis pensando en hacer un regalo a una mujer embarazada, o que ya haya dado a luz, os recomiendo que deis un paseo virtual por esta web. Tienen cosas preciosas.
A continuación, basándome en mi experiencia como madre, durante la crianza de mi hijo Yago, os cuento los múltiples usos que les podemos dar a las muselinas.
¿Qué son las muselinas?
Las muselinas son unas gasas de tela muy suaves, unas mantitas ligeras y agradables al tacto, que se utilizan con los bebés.
Según la definición que recoge la RAE, la palabra muselina hace referencia a una <<tela de algodón, seda o lana, fina y poco tupida>>.
A mí, personalmente, me encantan y me resultan muy prácticas. Como os he comentado anteriormente, yo las utilicé con mi hijo Yago desde que nació.
Por ello, hoy, quiero compartir mi experiencia, en esta publicación, por si os puede resultar útil. Así que, a continuación, os cuento los diferentes usos que les podemos dar a las muselinas con nuestros bebés.
¿Qué usos les podemos dar a las muselinas con los bebés?
Las muselinas pueden tener muchísimas utilidades. Son muy prácticas. Hoy, os cuento cómo podemos utilizarlas con nuestros bebés, y os recomiendo llevar alguna siempre en el bolso o en el coche.
Las muselinas son ideales como mantitas ligeras para el bebé, durante la primavera y el verano.
En primavera, y sobre todo, durante el verano, las muselinas son complementos ideales, ya que podemos utilizarlas como mantitas ligeras con nuestro bebé.
Al estar confeccionadas con tejidos transpirables, suaves y ligeros, que no dan excesivo calor, las muselinas son idóneas para esta época del año.
En verano, suele hacer mucho calor durante el día. Pero, a veces, por las noches, si salimos a dar un paseo, puede refrescar. El bebé, al estar quieto en el carro, tumbado o sentado, puede coger un poquito de frío o resfriarse. Así que, os recomiendo llevar una muselina siempre con vosotros, para poder arroparle, en estos casos.
Además, las muselinas ocupan muy poco espacio. Podemos llevarlas a cualquier sitio. Esto es una gran ventaja, ya que cuando empieza el buen tiempo, salimos y viajamos mas. Por eso, os sugiero que echéis en el bolso o el coche, al menos, una. Esta prenda os puede resultar útil, en muchas ocasiones.
Muselinas para proteger al bebé del aire acondicionado en verano.
En verano, también, podemos utilizar la muselina para proteger al bebé del aire acondicionado.
Y es que, a veces, no nos damos cuenta, porque los adultos estamos casi siempre en movimiento, de un lado para otro. Pero, los bebés, que permanecen más tiempo quietos, sentados o tumbados, en el carro o en la silla, reciben las corrientes de aire acondicionado, y se pueden quedar fríos.
Las muselinas pueden ayudarnos a proteger al bebé del aire acondicionado, cuando entramos en un centro comercial, en un restaurante, en el coche, etc. De este modo, podemos evitar que cojan frío o un resfriado.
Muselinas como arrullo para coger en brazos al bebe y calmarle.
Las muselinas se pueden utilizar como arrullo, cuando cogemos a nuestro bebé en brazos, para tratar de calmarle.
Al ser tan suaves y ligeras, podemos tener al bebé arropado en nuestros brazos, tanto de día como de noche, sin darle excesivo calor. Incluso, en las estaciones más calurosas.
Las muselinas se pueden usar para arropar al bebé cuando se echa la siesta en el carro o en el cuco.
Como ya he comentado anteriormente, en primavera y en verano, empieza a hacer buen tiempo, y salimos o viajamos más.
Por ello, las muselinas se pueden utilizar para arropar ligeramente a los bebés, cuando duermen fuera de casa, y se echan la siesta en el carro o en el cuco.
Utilizar las muselinas como cambiador improvisado.
En un momento dado, también, podemos utilizar las muselinas como cambiador.
Normalmente, en casa tenemos un cambiador, y en el bolso del bebé solemos llevar uno de viaje. Pero, a veces, puede darse la circunstancia de que no tenemos ninguno cerca. Así que, también podemos utilizar las muselinas como un cambiador improvisado.
Incluso, aún estando en casa, se pueden utilizar, también, para poner al recién nacido sobre el cambiador. Os estaréis preguntando el por qué. Así que, os cuento mi experiencia. Nosotros teníamos un cambiador, forrado con una mezcla entre plástico y polipiel, un tejido que, en verano, da mucho calor y, a veces, se nos pega a la piel. Por eso, yo siempre colocaba encima una toalla o una muselina.
Muselinas como mantitas de juegos.
Las muselinas pueden utilizarse, también, como mantitas de juegos. De este modo, podemos usarlas, tanto en interior como en exterior, sobre diferentes superficies blandas, para que nuestro bebé pueda jugar, moverse, gatear y explorar.
Por ejemplo, si estamos en un parque, podemos extenderla sobre el césped, y poner algunos de los juguetes sobre ella. Del mismo modo, lo podemos hacer si vamos a la playa, colocando la muselina sobre la arena. O, si estamos en casa, también, podemos hacer lo mismo sobre una cama o una alfombra.
Muselinas para proteger del sol a nuestro bebé.
Todos debemos protegernos del sol adecuadamente. Pero, con los bebés hay que extremar, aún más, las precauciones. Sobre todo, en primavera y en verano. Debemos usar una crema protectora, con un factor alto o con cobertura total. Además, es recomendable utilizar gorros, sombrillas y parasoles, para evitar que les de el sol directamente.
Las muselinas, también, nos pueden ayudar a proteger a los bebés del sol, como un añadido más a todo lo que acabamos de indicar en el párrafo anterior. Sin embargo, en este sentido, hay que saber utilizarlas correctamente.
Un ejemplo, muy común, es utilizar la muselina para dar sombra a nuestros bebés, cuando están sentados o tumbados en el carro. En este caso, podemos colocarla en la parte superior, entre la capota y la sombrilla. De este modo, tendremos más zona de sombra. Y así, evitaremos que el sol de, directamente, a nuestro bebé.
Sin embargo, a veces, cometemos el error, de cubrir con la muselina todo el carro. Esto hay que evitarlo. Debemos dejar los laterales libres para que entre aire. Si no lo hacemos, estaremos creando una especie de cámara, con la que aumentaremos la temperatura.
Así que, mi recomendación es colocar la muselina en la pate superior, a modo de techo, para ampliar la zona de sombra. Pero, sin cubrir el carro por completo, y dejando los laterales libres.
Muselina como cojín antivuelco.
Como planteábamos anteriormente, en primavera y en verano no siempre estamos en casa. Esto nos lleva a que, a veces, tengamos que improvisar. Por eso, llevar una muselina en el bolso es un buen recurso, además de que apenas ocupa espacio.
Por ejemplo, si nuestro bebé va a dormir en una cuna que no es la suya o en el carro, para evitar que se gire, y conseguir que se mantenga en una postura fija, podemos utilizar la muselina como cojín antivuelco. Simplemente, la doblaremos y enrollaremos sobre sí misma, para colocarla en un lateral junto al bebé.
Esto lo aprendí cuando Yago nació. En el hospital donde estuvimos, las matronas doblaban y enrollaban una toalla, a modo de cojín antivuelco, y la colocaban en la cuna. Después, yo le di este mismo uso a las muselinas, en algunas ocasiones.
También, recuerdo que las matronas nos aconsejaban, a las madres, que estas prendas, permanecieran un rato junto a nosotras. De este modo, cogerían nuestro olor, y al colocarlas junto al bebé, éste se sentiría más seguro.
Muselina como toalla o babero improvisado.
Cuando nuestro bebé acaba de comer y lo tenemos en brazos, erguido, para que expulse los gases, podemos colocar una muselina en nuestro hombro. De esta manera, nos servirá como toalla o babero improvisado, por si acaso hay algún escape.
En el caso de mi hijo, la regurgitación era muy habitual, al tomar leche materna o biberón. Así que, yo siempre colocaba sobre mi hombro una muselina, una toalla o un paño, después de cada toma.
Llevar una muselina siempre en el coche, es una buena opción.
Por último, como ya os he sugerido antes, os recomiendo llevar siempre una muselina en el coche, ya que os puede sacar de más de un apuro.
Es un buen recurso y tiene muchas posibilidades. Ya lo hemos ido viendo, a lo largo de la publicación de hoy. Por ejemplo, nos puede servir para cubrir al bebé sobre la silla del coche, y que no coja frío; como cambiador improvisado sobre el asiento trasero; como babero o toalla; o incluso, como parasol, colocándolo en la ventanilla del automóvil.
Y hasta aquí… el post de hoy sobre los múltiples usos que les podemos dar a las muselinas. Espero que os haya resultado útil. Ya sabéis que siempre apuesto por una maternidad creativa. Por eso, comparto cosas que pueden ayudar a los demás.
Antes de despedirme, si aún no tenéis ningún plan en familia para las vacaciones, os recomiendo echar un vistazo a estos 23 hoteles con toboganes acuáticos para niños en España.
¡Gracias por estar ahí!
¡Nos leemos pronto! 😉