¡Hola, creativas!
Hoy, os propongo algunas ideas de regalos para niños y niñas, que os pueden resultar útiles, en cualquier época del año.
A lo largo de esta publicación, vais a poder encontrar propuestas de todo tipo. Por ejemplo, desde cosas materiales, que podemos adquirir en una tienda, hasta otro tipo de regalos, que no se pueden comprar, pero que tienen un valor sentimental o una dosis de creatividad.
A continuación, os cuento, con detalle, cuáles son estas las ideas de regalos para niños y niñas:
Luna, planetas y estrellas fluorescentes:
Puertas del ratoncito Pérez:
Medidores infantiles:
Tiempo para jugar con los niños:
Esta propuesta de regalo es, sin duda, una de las mejores de esta publicación, por el valor que tiene para los peques. Y es que, regalarles tiempo a los niños, para jugar con ellos, es uno de los mejores regalos que les podemos hacer.
La rutina, el trabajo y las tareas diarias, nos dejan muy cansados, a los padres y a las madres, al final del día. Y, por desgracia, con poco tiempo libre. Un tiempo que no tenemos, que podríamos invertir en mil cosas, y que nuestros hijos nos demandan.
En casa, jugamos muchísimo con Yago. Si pudierais vernos por un agujerito, os sorprenderíais de la cantidad de horas que dedicamos a jugar con él. Sin embargo, para el peque nunca es suficiente. A mí, personalmente, me encanta dedicarle ese tiempo. Ojalá no se canse nunca de jugar con nosotros.
Así que, os recomiendo regalarles a vuestros hijos tiempo para jugar con ellos, sobre todo cuando son más pequeños. Además, cuando nos queramos dar cuenta, se habrán hecho mayores, y, como es lógico, querrán estar con sus amigos, más que con nosotros. Entonces, cambiarán las tornas, y seremos los padres y las madres, los que les pidamos tiempo a ellos, para pasarlo juntos.
Un regalo casero, hecho por nosotros:
Una manualidad, un juguete casero o algo hecho por nosotros, puede convertirse en el mejor de los regalos, para nuestros peques. Sobre todo, cuando son más pequeños. En mi caso, ha sido así.
Y es que, hace poco, hice una manualidad, pensando en mi hijo Yago, que ha sido todo un acierto. Se trata de un parque infantil casero en miniatura, al que no le falta detalle, como podéis ver en la imagen. Tiene unos columpios, un tobogán, e incluso, una zona de arena.
A mi hijo le encanta. Juega casi todas las tardes con el parque infantil casero, y con los unos muñecos pequeños que tiene. Los sienta en la zona de la arena, los monta en los columpios y los tira por el tobogán.
Esta manualidad la elaboré con goma eva, palitos de madera y plastilina. Puede parecer difícil de hacer, pero, os aseguro que es sencillo. De hecho, si vuestros hijos son pequeños, os recomiendo hacerles este regalo. Seguro que si juntáis materiales reciclados que tengáis por casa, podéis dar rienda suelta a la creatividad, y construir vuestro propio parque infantil casero.
Juegos tradicionales:
Os propongo regalar a vuestros peques juegos tradicionales. Es decir, los clásicos, los de toda la vida. Por ejemplo, la rayuela, la peonza, el yoyó, las chapas, la comba, etc.
En ocasiones, intentamos buscar el juguete más novedoso, para regalárselo a un niño, y después, a lo mejor, no le hace ni caso. Pero, de repente, llegas con un juego de los de siempre y son todo un acierto. Os cuento esto porque, a mí, me ha pasado con mi hijo.
La verdad es que los juegos tradicionales son una buena opción para regalar, porque no pasan de moda, y, normalmente, a los niños les suelen gustar.
Además, con este tipo de juegos, los adultos nos solemos involucrar mucho más. No sé si será porque nos recuerdan a nuestra infancia. Pero, con ellos nos animamos más a jugar todos juntos, en familia.
Cuento “El Monstruo de colores”:
A mi hijo le encantan los cuentos. Por eso, siempre que puedo, me gusta regalarle alguno. Y es que, en general, en casa, nos gusta bastante leer.
Os recomiendo regalar cuentos a los niños. Leer es muy bueno para ellos. No sólo para el desarrollo cognitivo, sino, también, a nivel emocional. Y es que, a través de los cuentos, pueden soñar despiertos, dejar que la imaginación fluya, y dar rienda suelta a su creatividad.
Mi hijo Yago, tiene bastantes cuentos infantiles. Así que, podría recomendaros muchos. Pero, si tuviese que escoger uno sólo, de entre todos los que tiene, para hacer un regalo a algún peque, sin duda, elegiría “El Monstruo de colores”, de Anna Llenas.
“El Monstruo de colores” es un cuento maravilloso, a través del cual podemos tratar el tema las emociones con los niños. Es una gran oportunidad para hablar con los peques sobre cómo se sienten. Y es que, la alegría, la tristeza, el miedo, el enfado o la calma, son sentimientos representados mediante los cambios de color de un simpático monstruo.
Visualmente es muy bonito, y la versión con “pop-up” es ideal, porque los peques pueden manipularlo y jugar con él. Además, tiene un texto sencillo, y fácil de entender para los más pequeños de la casa. Está recomendado a partir de tres años.
Os animo a que lo tengáis en vuestra biblioteca infantil personal. Y os dejo por aquí una reseña de “El monstruo de colores”, que escribí, hace ya algún tiempo, para que conozcáis más detalles sobre este mágico cuento.
Juegos de mesa:
Lo que más me gusta de este juego es que es cooperativo, por lo que, no competimos entre nosotros, sino que jugamos en equipo. En este caso concreto, los jugadores tenemos que ir recolectando frutas, antes de que el cuervo se las coma.
A mí, personalmente, me encantan los juegos cooperativos, porque los niños juegan entre ellos, sin tanta competitividad. De este modo, lo importante ya no es ganar o perder, sino trabajar en equipo, y ayudarnos los unos a los otros.
Si optáis por un juego de mesa casero, os doy un par de ideas que tengo en el blog.
La primera opción, es un juego imprimible gratuito, diseñado por mí. Se llama “El juego de los alimentos” . Y, lo podéis descargar, imprimir y plastificar. Está pensado para niños y niñas, a partir de 4 o 5 años. Su finalidad es que los peques aprendan jugando, y que paséis momentos divertidos en familia.
En este juego, la temática principal son los alimentos. Y, a partir de ellos, podemos formar palabras, hacer sumas y restas divertidas, contar adivinanzas, dibujar, intentar averiguar algún ingrediente de una comida concreta, e incluso, aprender algo de vocabulario en inglés.