¡Hola creativa! Hoy, quiero compartir contigo una de las manualidades más especiales que he elaborado hasta la fecha. Y es que, está pensada y creada para que la disfrute mi hijo Yago.
Se trata de un mueble customizado y decorado con una pintura especial para ambientes infantiles, y con una clara finalidad didáctica.
He transformado un zapatero, que tenía rota una de sus baldas, y ya no podía cumplir esta función, en algo completamente diferente. El mueble, ya terminado, estaría dividido en cuatro partes: una librería, una pizarra, una zona con imanes y otra con papel continuo y ceras de colores.
La idea inicial era hacer sólo la pizarra. Por lo que, en un principio, pobré la pintura negra, nada más. Pero, al comprobar por mí misma, que era ideal para ambientes infantiles y que tenía un montón de ventajas, me fui a comprar cuatro colores más (jajaja). Y así fue cómo surgió la idea de hacer una transformación mucho mayor de la que tenía en mente, en un principio: un mueble didáctico DIY con pintura para ambientes infantiles.
Este tipo de pintura, que yo os recomiendo totalmente si tenéis niños, se denomina Aire Sano y es de la marca Xylazel, por si queréis echarle un vistazo. A mí me ha dado mucha tranquilidad y seguridad con respecto al peque porque es ecológica, y tiene un bajo contenido en COVs y en emisiones de productos peligrosos. Se nota hasta en el olor (apenas huele).
De hecho, con lo que a mí me gusta hacer manualidades, reconozco que hasta ahora, no me había atrevido todavía a customizar ningún mueble para mi hijo, porque no había encontrado un material tan adecuado y respetuoso como éste. Así que, ahora que ya me he animado, de aquí en adelante, vas a poder ver muchos más DIY de este estilo, en el blog.
Enseguida te explico, paso a paso, cómo he elaborado este mueble educativo y te doy todos los detalles. Pero, antes, déjame contarte los materiales que he utilizado.
MATERIALES:
- Pintura para ambientes infantiles Aire Sano, de la marca Xylazel (colores: negro uva, naranja calabaza, azul ciruela, lila mora y verde pera).
- Brochas y pinceles de diferentes tamaños.
- Papel de lija.
- Cinta de carrocero.
- Un cutter o una segueta.
- Una varilla de madera.
- Un trozo grande de cartón reciclado.
- Una lámina de imán adhesiva.
- Papel continuo blanco.
- Reglas para medir.
- Un lápiz o un marcador.
- Tijeras.
- Pistola de silicona.
- Silicona caliente.
- Cinta celo o cinta adhesiva de doble cara.
- Whasi tape.
- Tizas de colores.
- Ceras o pinturas de colores.
ELABORACIÓN:
1. En primer lugar, he arreglado la balda que estaba rota. Para ello, simplemente, la he pegado con la pistola de silicona y la he dejado fija. Aunque la segunda balda no estaba rota, también he seguido el mismo proceso con ella, porque esta parte del mueble ya no va a tener el uso de un zapatero, sino que la vamos a transformar en una librería.
2. En segundo lugar, he lijado un poco el mueble, para que la pintura se adhiera mejor. De todas formas, en este caso, la capa blanca que traía el zapatero era muy fina. Por ello, en algunas zonas, ni siquiera ha hecho falta lijar.
3. En tercer lugar, he pintado el mueble con la combinación de colores que más me gustaba, teniendo en cuenta, también, la ubicación que le voy a dar. Como va a estar situado en la habitación de mi hijo Yago, en la que predomina el blanco y la pared es verde, he pensado en colores que hiciesen un poco de contraste. Como puedes ver en las imágenes, he escogido el negro uva para la parte de la pizarra, y el naranja calabaza, el azul ciruela, el lila mora y el verde pera, para la librería, la zona de imanes, y la del papel continuo.
En total, he dado dos capas de pintura. Como se seca muy rápido, he esperado unos treinta minutos entre medias. Las partes centrales las he pintado con brocha, y los perfiles y las esquinas, con un pincel fino. Para separar unas zonas de otras, he utilizado la cinta de carrocero. Y para proteger y no manchar el suelo, he colocado un plástico.
4. En cuarto lugar, he cortado a la mitad, con una segueta, y con ayuda de un cutter, unos marcos de fotos de madera que también estaban rotos, y tenía guardados para darles un nuevo uso. En este caso, sobre ellos he pegado, con la pistola de silicona, unos trozos de cartón en la base. Y así, los he transformado en una especie de cestas, en las que voy a colocar pinturas, tizas e imanes, que complementarán el mueble didáctico.
Sobre las cestas también he aplicado dos capas de pintura, en los mismos tonos que el resto del mueble. Una vez secas, las he pegado con la pistola de silicona en las zonas de la pizarra, los imanes y el papel.
5. En quinto lugar, he confeccionado la parte de rollo de papel continuo, de una forma muy sencilla. He cortado, con la segueta, una varilla de madera con la medida del mueble. Después, con dos trozos de cartón reciclado he elaborado dos aros. Y por último, con una regla, un lápiz y unas tijeras, he marcado y cortado un trozo de papel continuo, teniendo en cuenta las medidas de nuestro mueble.
A continuación, he pintado la varilla y los aros de color azul y los he dejado secar. Y después, he realizado el montaje de esta parte, que ha sido muy fácil. Primero, he pegado el papel a la varilla con cinta adhesiva, y a continuación, lo he enrollado sobre la misma. Después, he pegado los aros al mueble con la pistola de silicona. Finalmente, he encajado la varilla dentro de los aros. Y, además, he fijado el papel con washi tape azul, para que no se le mueva al peque, a la hora de pintar.
6. El sexto y último lugar, he confeccionado la parte de los imanes. Y esta zona, también, ha sido muy sencilla de elaborar. Simplemente, he pegado la plancha de imán adhesiva, tamaño folio, en uno de los laterales, asegurándome que quedaba recta. Después, la he enmarcado con el mismo washi tape azul que he utilizado antes.
Y…una vez colocadas las pinturas, las tizas, los libros de mi hijo y las letras de imán en sus respectivas zonas, ya podemos utilizar el mueble didáctico con los niños, y poner en práctica actividades infantiles para aprender jugando.
Ya he comentado en alguna ocasión que los peques nos imitan. Por tanto, si nosotros, como adultos y modelos a seguir, les sorprendemos con actividades nuevas, hechas por nosotros mismos y motivadoras, nos mostraremos ante ellos como sujetos creativos. Esto es un elemento fundamental a la hora de despertar y desarrollar en los más pequeños el gusto por aprender. Y por supuesto, es una de las claves que potencian la creatividad infantil.
Un detalle muy importante a tener en cuenta es que, como todas las pinturas utilizadas tienen efecto pizarra, si el niño quiere pintar en cualquier zona con las tizas, puede hacerlo sin ningún problema. Está totalmente adaptada para ellos. Para borrar, sólo necesitaremos pasar una toallita o un trapo ligeramente húmedo, y listo. Esto es muy interesante, a la hora de pintar sus juguetes y muebles, así como las paredes de la casa. Yo, tengo que pintar este verano, porque mis paredes están llenas de garabatos y dibujos de mi pequeño artista, que no se borran (ja,ja,ja,). Están pintadas con pintura plástica. Así que, ahora es imposible limpiar nada. No se quita.
Y hasta aquí, el paso a paso de nuestra transformación, de un zapatero roto a un mueble didáctico con cuatro partes: una librería, una pizarra, una zona con imanes y otra con papel continuo y ceras de colores. Al peque le ha encantado. Así que, yo me doy por satisfecha. Espero que te haya gustado la propuesta de hoy tanto como a nosotros. Y sobre todo, que tengas una alternativa para poder pintar muebles, juguetes y paredes infantiles con pinturas respetuosas y adaptadas a los peques.
Antes de despedirme, te dejo por aquí también, algunos vídeos del paso a paso, en stories de Instagram y Facebook. Y además, te recomiendo visitar nuestras secciones de manualidades creativas y de recursos imprimibles gratis, para que encuentres otras ideas que puedan ser de tu interés.
¡Muchas gracias por estar ahí!
¡Besos creativos!
😄Te ha quedado precioso.
¡Impresionante! No parece un zapatero :). Qué guay y reconfortante es hacer una restsuración tan chula ¡y útil! Seguro que tu peque ha flipado 😉